Blogia
Corazón de trapo

¿Qué fue de los amantes?

 

Escucho una vieja canción de Mecano:

 

Yo soy uno de esos amantes

Tan elegante como los de antes.

Que siempre llevan guantes…

 

¿Dónde quedaron estos apuestos caballeros? ¿Qué fue de aquellos románticos atormentados que miraban a sus amadas llenos de contradicciones, y se debatían con angustia entre su pasión y su sentido del deber o del honor? ¿Existieron de verdad enamorados capaces de desafiar las Reglas, o fueron tan sólo el resultado teatral de alguna imaginación prolífica?

 

Después de una tarde “de chicas” disfrutando de la película Corpúsculo, ejem… esto… Crepúsculo quería decir, ya me ha quedado todo mucho más claro. Sería tarea ardua (o prácticamente imposible, debería decir) contabilizar el número de suspiros que cada fotograma del apuesto protagonista provocaba entre el público femenino. Y posiblemente la mayoría de estas chicas nunca se hubiese fijado en el actor si se lo hubieran encontrado por la calle antes de que los dioses le concedieran la gracia de interpretar al carismático Edward.

 

Y es que Edward lo tiene todo: guapo, inteligente, misterioso, encantador, y tan atormentado por su naturaleza maligna como enamorado de Bella (una chica tímida, patosa e inadaptada con la que casi todas las mujeres podemos sentirnos identificadas en algún momento determinado de nuestras vidas). Un chico malo, que por amor quiere volverse bueno. ¿Y hay acaso alguna fantasía más deseable para una mujer que corregir a algún incorregible mediante la elevada redención del amor? ¿O algo más apetecible que aquello que sabemos que no puede ser?

 

La autora de esta exitosa saga sólo ha tenido que adornar la fantasía femenina más común del mundo con un puñado de vampiros (esos seres diabólicamente sexis que siempre andan acechando cerca del cuello), para añadir el conflicto de lo prohibido que en otras circunstancias hubiese sido ofrecido por montescos o capuletos. El resultado de este cóctel es una historia protagonizada por una chica, escrita por una mujer, que deriva en una película dirigida por otra mujer y orientada a un público mayoritariamente femenino. ¿Qué nos pasa, chicas? ¿Por qué venimos programadas para desear algo que no existe? ¿Será algún cromosoma travieso que hace de las suyas? Sea lo que sea, está claro que no existen hombres así. Y menos mal, porque si no todas andaríamos de cabeza, poniendo los ojos en blanco y olvidándonos de respirar, como le pasa cada dos o tres páginas a la protagonista de Crepúsculo.

 

Esperemos que ningún hombre se percate de lo que realmente queremos las mujeres, por el bien de nuestra integridad sentimental.

[-Y así fue como el león se enamoró de la oveja...

- Qué oveja más estúpida.

- Qué león más morboso...]

 

Pero vamos, que sí Chenita, que yo también me voy a pedir un Edward para reyes…  ;-)

 

 

 

 

5 comentarios

Anónim@ -

Jejeje, mujeres.... definitivamente estoy con la autora del relato, y tal y como dice... creo que las mujeres venis programadas para buscar algo que no existe.
Os encanta lo perfecto, lo idealizado... y os enamorais de cualquier personaje que salga en televisión por este motivo: que si el Lucas de hombres de Paco, que si ahora el Duque, el actor de esta misma pelicula de la que se está hablando... quien sera el siguiente?? jajaja.
Y no puedo evitar el reirme ampliamente: jajajaja y pido mis disculpas por ello, por si pudieran molestar estas risas a alguien.
Pues lo perfecto no existe, incluso vosotras las mujeres, que deseais al hombre perfecto protagonista de cualquier pelicula de amor o serie televisiba con romance dificil de por medio, no os dais cuenta de que si existiese tampoco funcionaria, acaso de que vosotras tambien fueseis perfectas claro, que... lo lamento, pero tampoco lo sois.
Aun asi los hombres os queremos con vuestras imperfecciones, que pienso ahi reside lo bonito, y prueba de ello es que iré a ver la pelicula "Crepúsculo" con mi pareja, tan solo por complacerla. TQ

Corazón de trapo -

Pero bueno Ux, parece que las monjitas no te inculcaron bien aquello de "compartir es vivir", eh?

Imagino que lo ideal sería que cada una tuviéramos el nuestro, y que ése estuviera hecho sólo para nosotras. Pero de ideas como esta se nutre la extensa bibliografía de los Hermanos Grimm. O no... ^_^

Ux -

pues nosé yo que decir, sería preferible que existiera uno solo, como una especie única e inigualable y que, casualmente se enamorara de mi! Eso sí que sería fantástico, y pondría solución a mis quebraderos de cabeza en los temas sentimentales, además no molestaría a nadie, porque él estaría hecho para mí y yo para él...

Corazón de trapo -

¡Imagínate! ¡No nos íbamos a librar ni una! Seguro que yo caería de las primeras... ^_^

ladychena -

Pues eso digo yo, que menos mal que no existen, que si no íbamos a caer como chinches de no respirar...