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Corazón de trapo

Palabras

Palabras

A veces me ocurre. No puedo evitarlo. Me pasa mientras estoy haciendo cualquier otra cosa. Empieza ora como un murmullo dentro de mi cabeza, ora como un revoloteo dentro del pecho. Los síntomas son engañosos, sobre todo al principio, y es fácil adjudicarlos a cualquiera de mis hipocondrías sentimentales. Si estoy inmersa en cualquier tarea mundana me invade la angustia de estar en el lugar equivocado, y si estoy disfrutando de malgastar mi tiempo con reconfortantes pensamientos absurdos, se convierte en un aguijón que me azuza...

Da igual que intente ignorarlo, llega un momento en el que se hace inevitable. Entonces, mis dedos comienzan un tamborileo impaciente, deseosos de traducir su rítmica sinfonía en palabras con la ayuda del teclado de mi portátil, o de garabatear frases en el primer trozo de papel que encuentro a mi alcance. Aunque sean frases sin sentido, como éstas... Lo siento, no puedo evitarlo...

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