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Corazón de trapo

La señora de la 416

Toda adolescente enamoradiza que se precie debe haber pasado al menos un curso académico suspirando desde el pupitre por ese joven y pasional profesor de literatura (o de filosofía, es cuestión de gustos), y claro, yo no iba a ser menos. Y sería divertido recordarlo si no fuera porque de repente un día te encuentras con él, y resulta que está casado, con hijos y, lo que resulta aún peor, con canas. Y te das cuenta de que el tiempo no pasa en balde, ni siquiera para las personas que viven sólo en tus recuerdos. Ni siquiera para ti.

Hace poco y por cuestiones que no vienen al caso, estaba yo pasando un par de días de vacaciones en régimen de todo incluído en la clínica de San José de Madrid. Como era puente y el personal se había visto mermado por las ansias humanas de evasión, pretendían trasladarnos a todos los pacientes a la primera planta para hacer más fáciles los controles y revisiones. La enfermera entró, y me dijo que me duchase antes de cambiar de habitación. Yo, que había ingresado apenas doce horas antes (recién duchada, debo decirlo, porque presentía lo que me esperaba) y que sabía que el alta inminente que se avecinaba me ponía delante la perspectiva de mi cuarto de baño, infinitamente más grande, cálido y limpio, me negué amablemente a ducharme. A lo que la susodicha enfermera no tuvo otra cosa que hacer, que asomar la cabeza fuera de la puerta y comunicar a voz en grito a su compañera: ¡¡¡ Puriiiiii, que la señora de la 416 dice que no se duchaaaa!!!, sumiéndome en un cruel y humillante estado de shock, no tanto por airear a los cuatro vientos mi supuesta falta de higiene, sino porque me estaba llamando señora... ¡Señora!... ¡A mí!

2 comentarios

Amapola -

Jajajajajaja
Nos acercamos a los 30 señoras!!!

ladychena -

Señora... ¡a tí! pa matarla.

Para que a una la llamen señora debe de tener por lo menos 60 años,creo yo.No puede ser que te llamen señora habiendo vivido tú tan pocos primaveras (y veranos y otoño e inviernos). Y menos teniendo el corazón de trapo.

Y sí, qué putada eso de que pase el tiempo y el profe de literatura, o de filosofía no sean los que son en la realidad, la realidad que se nos ha quedado ahí pegada y que no evoluciona ni involuciona....